Universidad
de Santiago de Compostela, España
Escrito
por Fiorina Adorati
Bueno, les había contado
anteriormente que iba a probar el pulpo gallego. Me pareció una buena idea
esperar a la llegada de mi hermanita, Kathy, para compartir esta experiencia.
Primero, le pregunto a mi amigo, Dani, si conocía lugares que el recomendaba
para ir. Tengo que confesar, que me encanto. No era como los pulpitos que yo
había comido antes, era mucho más masticable y con una textura un poquito más
dura. Ya les había contado como lo preparan; bueno, ahora les cuento como lo
presentan. Venia en un plato chico de madera
cortado en pedacitos medio grandes servido con aceite de olivia y con
sal gruesa. Otro cosa que les había comentado era que iba a probar la famosa
oreja de chanco. Pero después de ir al supermercado buscando por carne molida
para hacer tacos, encontré en la misma sección, oreja de chanco. Me dio una
mala impresión, porque cuando lo recogí podías ver los pelos de la oreja. ¡Qué
asco! Entonces, perdón pero no les puedo informar sobre esta delicadezas de la
comida Galicia.