That awkward moment when you can no longer fit in your black dress….


Escrito por Fiorina Adorati
Universidad de Santiago de Compostela, España

            Se me olvido de contarles, lo que me paso la otra noche… es oficial, he engordado. A pesar que camino mucho en Santiago porque no tengo a mi Prius acá…por alguna razón todas las pastelerías me han hechizado hasta el punto que no me doy cuentas cuantas cosas dulces me como por día. Es un horror para una chica de mi edad (o cualquier edad), tener este problema y me imagino que cualquier mujer se pondría de acurdo con migo. Bueno, les cuento los eventos que paso hasta el momento que me di cuenta que he engordado. Lo había notado un poco anteriormente, pero lo ignoraba. Empiezo, mi amiga me pregunto a ir a una fiesta… entonces, tenía en mi mente lo que me quería poner. Aunque mi compañera me tuvo que convencer para ir, porque al principio había dicho que no… pero por supuesto me convenció. Cuando me dijo que habíamos estado encerradas en un cuatro chiquito con cuatro paredes blancas por más de 4 días y nos hacía falta descansar la mente un poco y cambiar de ambiente para divertirnos. Bueno entonces, me bañe y me puse maquillaje, porque si no fuera por maquillaje seria otro horror. Me puse el vestido desde abajo para arriba, entonces empecé por las piernas… pero no pasaba mis gambas. ¡Qué horror! Y lo peor de todo es que primero que todo, el vestido lo había comprado 4 meses atrás. Pero lo peor de todo era que lo había usado 3 meses atrás durante el carnaval de Santiago. No lo podía creer. Pero bue, que le vamos hacer. La verdad es que estoy disfrutando muy mucho de la comida y bueno cada cosa tiene su consecuencia. Hay muchas personas que escriben sobre otras cosas en este blog, pero a mí me parece cómico escribir sobre este evento tan divino (¡NO!). Es importante señalar, que hay  personas que pierden peso cuando estudian en el extranjero; por ejemplo, mi amiga Meghan, le ha pasado lo contrario de mi caso. A ella no le gusta para nada la comida española y extraña la comida americana muchísimo. Y todos los días me dice que no ve las horas para tener taco bell, quiznos, y ect… Pero a mí me fascina la comida española y no le digo “no” a nada. Parezco una aspiradora que nunca descansa. Bueno, espero que hayan disfrutado de este raro blog. Antes que me valla, les tengo que confesar que me puse muy mal cuando no me entraba mi preferido vestido negro que me quedaba genial. Pero ahora no tengo uno pero me pondré al instante de bajar de peso cuando llegue a los Estados Unidos, un mes y medio. ¡Hasta la próxima!