Escrito por Fiorina
Adorati
Universidad de
Santiago de Compostela, España
Lección del día, no es
nada especial pero me gustaría contarles. Comienzo, camino muchísimo en
Santiago ya que la cuidad no me parece tan grande y tomar el autobús lleva más
tiempo que caminar. Además, es completamente estresante tomar el autobús. Por
ejemplo, una vez el autobús estaba justo al frente mío, pero como no tenía el
numero C1 no me subí. Entonces, mire a la pantalla devuelta y cambio de autobús
C1 a un minuto para 25 minutos. Ya que camino tanto, es muy normal que tome el
elevador. Y tengo que decirles que también lo hago si es solo un piso. ¡A veces
puedo ser ridícula! He notado en varias ocasiones, que cuando una persona entra
al elevador nadie se mueve al lado. Pero yo si lo hago, es como que no quieren
que alguien se suba. También, es totalmente necesario decir “chau” cuando te
bajas del elevador pero no siempre dicen “hola” cuando entran al elevador. Entonces, me
confundo si tengo que decir “hola” pero siempre digo “chau.” Y aunque no
conozca la persona en el elevador, es necesario decir “chau.” La verdad que el
elevador es un asunto inconfortable y raro porque hay veces que una persona se
pone súperamente cerca de mí y pienso que es mala educación si me hago al lado.
Me ha pasado una vez acá en el los elevadores del dormitorio. Bueno, me voy a
dormir. Próximamente, estoy trabajando en un blog sobre Semana Santa. ¡Besos!